Los peores automovilistas que conocí

Soy Philippe, vengo de Francia y vine a la Argentina unos meses para aprender a hablar español. Me recomendaron Mendoza porque como soy chef y me pareció bueno el tema de los vinos y la gastronomía.

Primero estuve 7 meses viviendo en la casa de una familia de acá, muy buena. Regresé a Francia y otra vez volví a Mendoza pero esta vez ¡por una mendocina!

Lo más lindo de Mendoza son los árboles de las calles. No existe una ciudad con tantos árboles en ningún otro lado del mundo. Me llama la atención la diversidad que hay aquí.

Pero tengo que decir que Mendoza tiene los peores automovilistas que conocí. Se nota en la cantidad de accidentes que hay.

No conozco mucha gente en Mendoza, pero la poca que conozco cuando estamos compartiendo un asado o una cena siempre hay alguien que cuenta que perdió a un amigo o a un familiar en un accidente.

No hay autodisciplina cuando manejan y se nota que “cada uno vive para cada uno” cuando manejan. Sólo mirar para adelante. No existen los peatones.

Falta educación vial. Más de la mitad de los autos o colectivos son muy viejos y eso es muy peligroso.

Las señales de tránsito, en esta ciudad, nadie las mira. Las sendas peatonales parece que, para los automovilistas, son dibujitos que adornan la calle.

Pero pienso que no hay conciencia en el manejo porque no hay una estructura del gobierno para generar conciencia.

Lo escuchamos todos los días que alguien se murió. Es muy grave.

No hay leyes que regulen y pienso que mientras más pase el tiempo va a ser peor.

Si hay algo bueno que tiene los mendocinos es la capacidad que tienen de juntarse, hacer una fiesta o un asado. Eso me encanta, sobre todo porque sucede en una gran ciudad.

Según mi experiencia los mendocinos son muy abiertos con los extranjeros. Siempre me están ayudando, en los negocios y por la calle cuando pregunto algo.

Por eso me parece raro que cuando los mendocinos manejan “se transforman”, no tienen respeto por nadie.

Les falta conocimiento vial. Manejan porque un papá o un hermano les enseñaron. Y eso no está bien. Hay que aprender a manejar con gente preparada y capacitada, que transmitan conciencia de lo que significa ser un automovilista.