Soy Lucie Bouchard, llegué desde Canadá y vine a Mendoza por el vino. Además quería ver la montaña, la cordillera.
A primera vista Mendoza me pareció una mezcla de gran ciudad con naturaleza.
En Canadá se consume mucho vino argentino. Yo conocía sobre Mendoza a través de las etiquetas de los vinos. Por eso para mi llegar a Mendoza fue mágico, porque yo sentía que la conocía pero por medio de lo que leía en las botellas.
“Es muy místico estar en un lugar que lo leí en una etiqueta de vino”.
Las personas que trabajan en el hotel donde estoy parando son muy buenas. Dan mucha información y es muy fácil comunicarse.
En Mendoza recorrí bastantes restaurantes y me pareció que hay un buen servicio. También conocí bodegas muy pequeñas que me gustaron muchísimo. Fueron mejor de lo que pensé.
También estuve en Córdoba, pero me gusta mucho más acá.
Hay dos cosas que debo criticar de Mendoza. Una es que acá poca gente habla otros idiomas.
Pero hay algo que es peor: el Correo Argentino. Fue muy complicado en Mendoza intentar mandar cosas a Canadá a través del Correo. No había cajas, había que ir a la aduana, hacer un montón de trámites para mandar cosas simples a Canadá.
Algo muy interesante fue ir a la base del Aconcagua. Me fui sola, sin una agencia de turismo.
Compré un pasaje y llegué hasta Puente del Inca. De ahí me fui caminando hasta Plaza de Mulas. Me asusté un poco. No había buena señalización y un poco me asusté porque no sabía si estaba caminando por el camino correcto.
También pienso que no hay buena iluminación por las noches en la ciudad. Yo tenía que cruzar la calle Peltier para llegar a mi alojamiento y estaba muy oscuro, sumado a ese puente que cualquiera te puede robar y tirarte por ahí.
1 comentario:
¡Qué lindo blog! Soy mendocina aunque actualmente vivo en baires. Me gustó mucho leer las cosas que escriben los turistas. Te vas a recomendandos :)
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