viernes, 23 de mayo de 2008

Aguante Tupungato


Soy Pierre Gauriau, de Francia y vinimos a Mendoza a visitar a un amigo que vive aquí.

Estuvimos unos días en la ciudad y encontramos pocas cosas que hacer. Entonces decidimos visitar bodegas y nos recomendaron ir a Tupungato.

Desde la ciudad alquilamos un auto y nos fuimos para allá. Sobre la ruta encontramos pocos carteles que nos indiquen como llegar.

Arribamos a Tupungato un sábado por la noche, fuimos al centro y nos pareció algo muy típico al caminar por la calle principal.

Al otro día fuimos por la ruta 89 y visitamos bodegas, estancias agropecuarias, fincas productivas, cultivos orgánicos (algo que está muy de moda en Europa) y fábricas de dulces. ¡Todo eso fue maravilloso! El paisaje muy limpio, casi perfecto.

Almorzamos en un restaurant en el medio de las viñas. La gente fue muy simpática y amable, parecía que vivían en un paraíso.

Las bodegas nos parecieron muy modernas, nada que ver con las de Francia. Aquí la arquitectura es mucho más linda y acompañada de un paisaje excepcional al pie de la montaña.

Lo que nos dimos cuenta es que hay pocos hoteles y alojamientos. Así que teníamos que parar en las bodegas que son muy caras y la idea de un turista es gastar poco en alojamiento y disfrutar de otras cosas como el turismo aventura, gastronomía, vinos.

Y lo mejor de todo este paseo por Mendoza es que cada actividad terminaba con un buen asado a la Argentina.

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