San Rafael tiene los mejores helados del mundo

Siempre que me preguntan qué tal me fue en San Rafael, yo les respondo "tenías razón con respecto a las mujeres lindas, pero jamás me contaste que allí están los mejores helados que probé en toda mi vida".

Soy de Misiones y quería conocer San Rafael porque mi hermana vive allí desde hace un tiempo, pero por cuestiones de la vida nunca me hice un tiempito para ir a visitarla. Mi mamá y mis hermanos ya habían estado allí y cada uno me contaba cosas diferentes. Por ejemplo, mi mamá estaba fascinada con el aire fresco de las noches y por cómo se ven las estrellas (que es verdad, eso lo noté una noche que me invitaron a comer un asado en un lugar que no sé si se llamaba El Toledano o Las Paredes). En cambio mis hermanos, babosos por naturaleza, uno me decía que allí había visto a las mejores morochas del país y otro, a las mejores pelirrojas del mundo. En realidad ellos siempre dicen lo mismo cada vez que vuelven de visitar un lugar nuevo, pero cuando yo fui creo que se quedaron cortos: no sólo morochas y pelirrojas, sino también rubias, o sea, ¡diooosas! Además pareciera que les encanta hacer deportes, así que transmiten una sensación de frescura semejante a las que irradian las brasileras de Río Grande do Soul.

Pero lo que jamás me voy a olvidar fue cuando mi hermana -que colabora con una congregación religiosa-, me llevó a una heladería que se llamaba Joselín. Recuerdo que pedí un cucurucho no muy caro y el heladero metió helado en ese cucurucho hasta el techo. ¡Riquísimo! Como ella me conoce después me llevó a uno que no recuerdo su nombre pero que estaba una esquina de la avenida principal, un heladería llena de juegos para niños, que parecía del Primer Mundo. El helado que tomé ahí fue espectacular.

Allí estuve unos cinco días y creo que me tomé unos siete helados. Un poco exagerado, pero sinceramente no he visto en ningún otro lado del país un paraíso de helado así.

Saludos a Leti cuando lea esta crónica y gracias a diario UNO por este espacio.

Ah! Les dejo una foto sacada en una de las fabulosas heladerías. No me pregunten quienes son y si las conozco. Como no llevé mi máquina de foto (para no decir que uno de mis hermanos se le perdió hace un tiempo en Buenos Aires) entonces lo que hice fue meterme a Internet y encontré a estas bellas damas para corroborar toda la belleza que vi en San Rafael.